Es una asignatura optativa que pretende adentrarse en el mundo de la inteligencia emocional y descubrir las relaciones y alcances que tiene ésta con la eduacción.

Friday, September 23, 2005

TEXTO ANALISIS Nº 1 para el 30 Sept 2005

(NOTA: ENVÍA AL PROFESOR LA DIRECCIÓN DE TU BLOG, CUANDO INGRESES TUS ANÁLISIS)


Emociones Que Llevan a Aprender

Gonzalo León
El Mercurio
Sábado 30 de Junio de 2001
Habilidades sociales y afectivas condicionan el
rendimiento de estudiantes. Sistema escolar incorpora
cada vez más esos factores a sus planes y programas.


Para aprender más y mejor, no sólo hay que estudiar.
Especialistas aseguran que los sentimientos, los
afectos y las emociones involucrados en ese proceso
inciden directamente en el rendimiento escolar.


Sin interés ni expectativas, un niño difícilmente
aprende lo que se le enseña en el colegio. Tampoco lo
hace mientras no exista un clima de agrado y
motivación en la sala de clases. Menos, si lo que
piensa y siente de sí mismo lo lleva a perder la
confianza, incluso, en sus propias capacidades.

De ello, los especialistas en educación están cada vez
más convencidos. Y es que, tras años de investigación,
sobran evidencias de que, para aprender, no basta sólo
con estudiar. Los sentimientos, los afectos y las
emociones de los escolares son otros componentes de
ese proceso, y son inseparables de la capacidad
intelectual.

Estos, en conjunto, conforman la llamada "dimensión
socio-afectiva" de una persona, y se trata de una
serie de variables relacionada con intereses,
creencias, habilidades y conductas que, bien
desarrolladas, permiten potenciar el rendimiento
académico y lograr una formación integral.

Y aunque varios países las incluyeron en sus programas
formativos hace tiempo, al punto de transformarlas en
consigna de la educación moderna, en Chile la
preocupación por el tema es más reciente.

En opinión de Liliana Vilches, profesora de la Escuela
de Sicología de la Universidadde Chile, aquí el
desarrollo emocional y social de los estudiantes aún
está subvalorado frente a su desarrollo cognitivo, al
que se prioriza en el sistema escolar.

"A este último siempre se le ha visto como el
determinante del éxito de las personas en la vida, en
una sociedad que valora mucho la inteligencia y la
racionalidad".

Hoy, sin embargo, se intenta utilizar la dimensión
socio-afectiva como un motor fundamental del
aprendizaje. De hecho, ya el año pasado, el Ministerio
de Educación aplicó un test emocional en los 51 liceos
del "Proyecto Montegrande", en que se anticipan
programas que podrían ser válidos para toda la
enseñanza, en el marco de la reforma al sector.

El propósito de la iniciativa fue evaluar la situación
socio-afectiva de los entonces alumnos de 1.o medio y,
sobre la base de sus resultados, diseñar nuevas
estrategias para el mejoramiento de la calidad de la
enseñanza.

"Es importante que se le dé una atención preferencial
a este aspecto, porque tiene incidencia en el tipo de
personas que nuestros niños serán en el futuro. ¿Qué
sacamos con fomentar su inteligencia, si ésta no se va
a traducir en una capacidad de relacionarse con los
demás, de saber elegir y tomar decisiones, y de
enfrentar los problemas en la vida?", pregunta Liliana
Vilches.

Es Posible Mejorar
Por su carácter subjetivo, definir con exactitud las
variables socio-afectivas ha resultado una difícil
tarea para los investigadores.

Violeta Arancibia, doctora en Sicología Educacional y
docente de la Universidad Católica, dirigió el equipo
encargado de elaborar el test emocional aplicado en
los liceos "Montegrande". Según explica, son cuatro
las variables a las que se les ha comprobado una
relación directa con el rendimiento escolar.

Entre ellas se encuentran los factores motivacionales,
que determinan el gusto por el estudio y la valoración
del conocimiento, de acuerdo con el grado de interés
que el alumno tenga por ellos.

Otro factor, indica, son las habilidades
autorregulatorias, es decir, la capacidad del
estudiante para controlar sus conductas. Agrega las
habilidades sociales, como saber comunicarse y lograr
empatía, pues "no se aprende en forma aislada, sino
interactuando con otros".

También, menciona la imagen y la valoración de sí
mismo, o la forma en que los jóvenes perciben sus
propias capacidades como personas y estudiantes.

El ambiente donde se crece y la gente con la que se
relaciona, condicionan estos elementos, en especial,
la familia. "Lejos, los que más influyen son los
padres y los hermanos. Con actitudes coherentes, ellos
transmiten la capacidad de lograr metas y lo
fascinante que puede ser el aprender, sin preocuparse
tanto por la nota", sostiene Violeta Arancibia.

La buena noticia para los educadores es que, a través
de la experiencia en la sala de clases, todas estas
características pueden ser modificadas. Ello permite
reforzar las fortalezas de los alumnos y revertir sus
debilidades en el aspecto afectivo.

Por ejemplo, "si un niño dice ser malo para las
matemáticas, las probabilidades de un fracaso en esa
asignatura son mayores. Y si no se le convence de lo
contrario, le seguirá yendo mal o peor", plantea la
sicóloga.

O bien, "si se le pide sintetizar "El Quijote" en diez
páginas y no se encuentra capaz de hacerlo,
simplemente no lo hará. En cambio, si se le proponen
tareas y desafíos conforme con lo que cree que son sus
posibilidades, cada vez lo va hacer mejor", añade.

A su juicio, tradicionalmente se ha caído en un error
al creer que, para que un niño aprenda, hay que seguir
"machacándole" lo mismo una y otra vez, sin considerar
lo que él siente. "Por eso, incluso a muchos docentes
les puede sorprender que sus alumnos tengan una
percepción distinta a la de ellos, y crean que no
aprenden porque no están motivados, cuando, en
realidad, es porque les da lata la clase".

En ese sentido, el papel de los profesores es clave,
pues ellos son un modelo por sí mismos. "Es fácil
criticar su labor, pero el problema es que no han sido
entrenados para enfrentarse a la heterogeneidad de
niños con que se encuentran en la sala de clases",
comenta Violeta Arancibia.

Afectividad Nacional
Establecer una relación entre el factor emocional y el
rendimiento escolar, sin duda, no es ningún
descubrimiento. Muchos lo tienen claro desde hace
tiempo, pero saber cómo estimular lo afectivo para
mejorar el aprendizaje es algo que aún pocos manejan.

Uno de los objetivos de la evaluación aplicada por el
Ministerio de Educación en los liceos "Montegrande"
fue, precisamente, cubrir esa necesidad.

Los resultados del diagnóstico permitieron elaborar un
perfil socio-afectivo de cada estudiante, curso y
plantel. Estos fueron entregados secretamente a los
establecimientos, en un informe que detalla la forma
en que el alumno se percibe en cada una de esas
variables.

La información recopilada en ese estudio demuestra
que, tanto a nivel individual como grupal, existen
fortalezas y debilidades, en forma simultánea. Es
decir, no hay nadie perfecto ni nadie tan deficiente.

"Por lo que observamos, es imposible decir que los
estudiantes chilenos están bien o mal en el aspecto
emocional. Sólo se puede concluir que, en todos los
colegios, hay de todo", señala Ximena Valdés,
coordinadora nacional del "Proyecto Montegrande".

Así, con claros antecedentes en mano, cada profesor
pudo conocer la opinión de sus educandos. Asimismo,
los planteles pudieron adaptar sus programas
educativos a la realidad del alumnado y emprender
acciones para mejorar las áreas donde se encontraron
deficiencias.

Tal ha sido el impacto de esta evaluación en los
liceos "Montegrande", asegura Ximera Valdés, que hace
unas semanas el Ministerio anunció su próxima
aplicación en todos los establecimientos de la Región
Metropolitana que, voluntariamente, se interesen en
esta herramienta. Luego, podría extenderse al resto
del país.

"Sin embargo, esto no es competitivo como el Simce. En
ningún caso se pretende hacer comparaciones, ni menos
un test sicológico", aclara la experta.

En su opinión, si no se toma en cuenta la base
emocional del aprendizaje, no sólo se perdería el
propósito de impartir una educación integral. "También
estaríamos desperdiciando la oportunidad de formar a
los alumnos para que salgan del colegio seguros de sí
mismos, reconociendo sus capacidades y sus
limitaciones, y como seres pensantes, que saben
convivir, respetar y aceptar las diferencias".

Friday, September 02, 2005

CONCEPTO DE EDUCACIÓN EMOCIONAL

(Bisquerra Alzina, Rafael, (2000:243),
Educación Emocional y Bienestar, Edit. Paxis Baecelona)

“Proceso educativo,
continuo y permanente,
que pretende potenciar el desarrollo emocional
como complemento indispensable del desarrollo cognitivo, constituyendo ambos los elementos esenciales del desarrollo de la personalidad integral.
Para ello se propone el desarrollo del conocimiento y habilidades sobre las emociones
con el objeto de capacitar al individuo
para afrontar mejor los retos
que se plantean en la vida cotidiana.
Todo ello tiene tiene como finalidad
aumentar el bienestar personal y social.”


La educación emocional es un proceso educativo,
continuo y permanente, puesto que debe estar presente durante todo el proceso a lo largo de todo el currículum académico y en la formación permanente a lo largo de toda la vida.


A lo largo de toda la vida se pueden producir conflictos que afectan el estado emocional y que requieren una atención especial.
¿QUE ES LA EDUCACIÓN EMOCIONAL?

ES  una forma de PREVENCIÓN primaria

CONSISTE EN:
 intentar minimizar la vulnerabilidad a las
disfunciones o prevenir sus consecuencias
 cuando NO hay disfunción emocional la
prevención CONFLUYE con la educación
 se trata de MAXIMIZAR las tendencias constructivas y MINIMIZAR las destructivas.

NECESIDADES
 los niños y los jóvenes necesitan adquirir
RECURSOS Y ESTRATEGIAS para enfrentar la vida.

DIMENSIÓN
PREVENTIVA:
 la prevención se hace para lograr un
BUEN DESARROLLO HUMANO.
 una perturbación emocional conduce a la
FALTA DE CONTROL EMOCIONAL y a
los PENSAMIENTOS UTODESTRUCTIVOS.

EL NO CONTROL EMOCIONAL
SIGNIFICA:
 Consumo de drogas  Conducción temeraria
 Anorexia  Comportamiento sexual de riezgo
 Violencia  Angustia  Ansiedad  Estres
 Depresión  Suicidio  Etc.

OBJETIVO DE LA
EDUCACIÓN EMOCIONAL:
 Contribuir a la prevención de los efectos
negativos que provoca el NO control emocional.
Ofrecer una mejor alternativa de
MEJOR CALIDAD DE VIDA.
 Desarrollo de la inteligencia emocional y
su aplicación a las situaciones de la vida.

IMPLICA
FOMENTAR:
 Actitudes positivas ante la vida
 Habilidades sociales
 Empatía, etc.
 Los factores del DESARROLLO DEL
BIENESTAR SOCIAL Y PERSONAL.
 Desarrollo de las
COMPETENCIAS EMOCIONALES.

COMPETENCIAS
EMOCIONALES:
 Es una capacidad que incluye HABILIDADES.
 Se dan cuando una persona ha logrado un
determinado nivel de rendimiento emocional
(Mayer, 1997)
 Están en función de las experiencias vitales que la
persona ha tenido, como por ejemplo, las relaciones
FAMILIARES, con AMIGOS, con COMPAÑEROS DE
COLEGIO, etc.
 La educación debe poder POTENCIAR LA
COMPETENCIA EMOCIONAL de manera sistemática mediante los procesos educativos.

OBJETIVOS DE LA EDUCACIÓN EMOCIONAL:

 Adquirir un mejor conocimiento de las propias emociones
 Identificar las emociones de los demás
 Desarrollar la habilidad de controlar las propias emociones
 Prevenir los efectos perjudiciales de las emociones negativas
 Desarrollar la habilidad para generar emociones positivas
 Desarrollar una mayor competencia emocional
 Desarrollar la habilidad de automotivarse
 Adoptar una actitud positiva ante la vida
 Aprendes a fluir

OBJETIVOS ESPECÍFICOS DE LA EDUCACIÓN EMOCIONAL:
 Desarrollar la capacidad para controlar el estrés, la ansiedad y los estados depresivos.
 Tomar conciencia de los factores que inducen al bienestar subjetivo.
 Potenciar la capacidad para ser feliz.
 Desarrollar la capacidad para diferir recompensas inmediatas a favor de otras de mayor nivel pero a largo plazo.
 Desarrollar la resistencia a la frustración.
 Desarrollar el sentido del humor.


RESULTADOS ESPERADOS PARA UNA EDUCACIÓN EMOCIONAL:
 Aumento de las habilidades sociales y de las relaciones interpersonales satisfactorias
 Disminución del pensamiento autodestructivo, mejora de la autoestima
 Disminución del índice de violencia y agresiones
 Menor conducta antisocial o socialmente desordenada
 Menor número de expulsiones de casa
 Mejora del rendimiento académico
 Disminución en la iniciación en el consumo de drogas (alcohol, tabaco y drogas ilegles)
 Mejor adaptación escolar, social y familiar
 Disminución de la tristeza y sintomatología depresiva
 Disminución de la ansiedad y el estrés
 Disminución de los desórdenes relacionados con la comida (anorexia, bulimia, sobre peso)